viernes, 10 de septiembre de 2010

Publicación del libro Corazón de los Días en la colección fin del mundo

Esteban Alonso Ramírez nos lanza un reto en este su primer libro de poesía. Corazón de los Días es un viaje a Oriente, un viaje a Occidente, a la ruta de la sencillez y la armonía. La ruta que encierra los misterios y devela los múltiples rostros de eso que llamamos realidad. Corazón de los Días es una peregrinación por el mundo del haiku como género y como estilo de vida, como habitación desde la que sentimos el mundo sobre el cual nos desplazamos y entonces todo es imagen, imagen clara, irreverente, despiadada, y en el fondo de todo encontramos algo, una especie de misterio, una especie de respuesta que no podemos articular, una respuesta que nos golpea y nos vuelve distintos, nos despierta a través del haiku.
La historia del haiku se remonta hacia los orígenes espirituales del Japón, es una historia que va de la mano de la historia, hasta que hace poco más de cuatrocientos años Basho cambiaría las cosas para siempre, así, tenemos la poesía como la metáfora de un río que fluye, que se aleja de las montañas que la vieron nacer y no es hasta que alguien adormece sus manos con el frío del agua e intenta beberla que los cursos se modifican y los imperios y las religiones pueden caber en la palma de la mano y perderse cuando tratamos de asirlos. El agua, la vida y la poesía, así como aquello que algunos seres entienden como la felicidad, se marcha cuando procuramos aprisionarlas, por eso mismo  el crepúsculo sería la hora en que la noche se extiende sobre la tierra y, sí, es el momento en el cual sabemos que estamos perdidos, que los columpios de la infancia la brisa los mueve ahora vacíos, que existe una ciudad hecha de cartones, antenas parabólicas, una idea de civilización perversa, como si la sola idea de civilizar no fuera ya del todo perversa, llantos silenciosos, gatos que nos miran y quizá esperan que nos reencontremos tras sus pasos; entonces somos nada, nada más que marionetas de los dioses, nos angustiamos sobre una balsa que se agita, más bien es agitada, entre tormentas y las tormentas buscan debilitar nuestro estar en el mundo. Es cierto que el principio de realidad se ve atacado cuando el mismo principio de la realidad se pone en entredicho, Esteban lo hace en este libro, la realidad puede ser tan fugaz como una imagen que se nos cola, segundo a segundo, y luego nos atrapa y puede que nos torture o nos acerque a la compresión de algo que está por encima de nosotros mismos, algo como un lirio blanco que se yergue en medio de un río sucio. Corazón de los Días hace del haiku la médula que nos enfrenta a nosotros y como Alicia nos hace saltar a través del espejo para siempre.

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